Tener una discapacidad me ha dejado muchas cosas buenas, y una de esas es tener muchos amigos con algún tipo de discapacidad, y muchos de esos amigos son deportistas; y además de deportistas, practicantes de varios deportes al mismo tiempo.
Es el caso de Gustavo Molina, a quien de ahora en adelante llamaremos “Tavo”. A Tavo lo conocí gracias al Volei sentado, fuimos por un tiempo compañeros de equipo y eso hizo que creciera una bonita amistad.
Tavo me contó su historia de vida y con gusto ahora es parte de nuestro contenido en PaLante. Contenido que ponemos a disposición de nuestros lectores y amigos de comunidad.
Me dice Tavo que tiene 33 años y recuerda que fue hace aproximadamente 9 años cuando sufrió el accidente que cambiaría su vida por completo, accidente en el que perdió una de sus piernas.
Corrían a altas horas de la noche y Tavo venía a gran velocidad en su moto; cuando de repente un carro se brincó una señal de “Alto” y esto hizo que impactara la motocicleta de Gustavo.
En el momento del accidente Tavo vivía con su ex esposa (la madre de sus dos hijas), recuerda también que la pérdida de su tiempo lo llevó a caer en una especie de depresión en donde gracias a gente que consideraba sus amigos vivió mucho tiempo en el mundo del alcohol y las drogas.
Le da gracias a Dios por haber podido salir de eso y aún más por su presente, ya que hoy en día vive con su novia y las hijas de esta, sus hijos lo visitan frecuentemente y juntos viven el día a día y ven como Tavo hace lo que le gusta.
Hace dos años que no consume ningún tipo de droga, hace 8 trabaja en el Ministerio de Educación y además de eso, se propuso a practicar deportes paralímpicos desde el año pasado. En el 2017 fue seleccionado tico de voleibol sentado, llegando a representar a Costa Rica en el Parapanamericano de Canadá, y hoy en día también es jugador de fútbol de amputados; logrando así ser parte de la Selección de Costa Rica, equipo que participará en unos días en el mundial de Guadalajara de 2018.
Tavo no quiso despedirse sin recalcarme que su vida ha dado un giro de 360 grados, pero que este giro se debe única y exclusivamente a Dios, quien le ha dado fuerzas para salir de los vicios y practicar deportes.
Actualmente va a la iglesia de 2 a 3 veces por semana con su familia, a la que ama por sobre todas las cosas y a la que agradece por estar siempre a su lado.
