A todos los amputados nos ha pasado, en algún momento, desde un "shock eléctrico" en la extremidad ausente hasta "arratonamientos" o sensaciones de quemazón. Una sensación inexplicable para oídos de personas que no lo han sentido en su vida. La siguiente explicación está dedicada a todas aquellas personas curiosas interesadas en saber más acerca del dolor fantasma:
Preste mucha atención porque vamos a hablar de neurociencia 🧠, la ciencia en la que los cerebros estudian… cerebros.
¡Empecemos!
¿Te has preguntado alguna vez por qué si tu extremidad ya no está, como antes, aún duele o se siente? Lo mismo se preguntan los científicos que estudian este fenómeno todos los días. Aún no hay evidencia científica la cual demuestre cómo exactamente se dan estas sensaciones fantasmas, pero lo que sí se conoce es lo que explicamos en este artículo.
El cerebro es un órgano muy poderoso. Es el centro de control del cuerpo y se encarga de enviar órdenes y recibir información. Hagamos una prueba muy sencilla para demostrar cómo el cerebro está siempre atento a nuestro cuerpo. Cerrá los ojos y preguntate en qué posición está en este momento (sentado, de pie o acostado), mové los dedos o la cabeza y pensá en qué posición está cada parte de tu cuerpo. Recordá hacer lo anterior con los ojos cerrados, vas a notar que es sencillo saber dónde está cada parte de su cuerpo aún sin verlo directamente.
El cerebro conoce a fondo el cuerpo, sabe cómo se mueve y cómo se siente cada parte. Desde el nacimiento el cerebro aprende a reconocer cuatro extremidades, cada movimiento, cada acción, cada sensación tiene asignada un área en el cerebro en la cual se procesa y se va desarrollando, esto es un proceso que madura con los años. Pero no es tan sencillo, “sentir” y “mover”. Son dos mundos distintos dentro del cerebro, así que debe haber una colaboración de múltiples partes de la corteza cerebral para que el cuerpo haga lo que el cerebro piensa. Pero para efectos de esta explicación, vamos a suponer que existe un área en el cerebro que se encarga de procesar toda la información de la parte que ya no existe, o de la parte fantasma.
En las amputaciones, el cerebro no estaba preparado para procesar de inmediato un mensaje tan importante como que falta una parte del cuerpo. El área que se encargaba de dicha parte del cuerpo ha sido moldeada por años a raíz de experiencias pasadas. Entonces luego de una amputación el cerebro debe darle un nuevo trabajo a las neuronas que estaban en el departamento de la pierna amputada, debe reaprender.
¿Sabías que las personas que nacen con amputaciones congénitas (desde el nacimiento) suelen desconocer estas sensaciones fantasmas, o son más leves que las personas que tienen amputaciones traumáticas o quirúrgicas?
Dato curioso: La sensación de miembro fantasma no es exclusiva de amputaciones de miembro inferior. Sucede en dedos, manos, brazos, mamas, genitales y también se puede presentar en personas que sufren lesiones medulares (1).
Es importante resaltar que el síndrome de miembro fantasma se puede presentar de tres formas:
Sensación fantasma: Cuando se perciben sensaciones no dolorosas en la parte del cuerpo que fue amputada.
Dolor del miembro fantasma: Dolor en la parte del cuerpo que fue amputada.
Dolor de muñón: Dolor en el miembro residual de la amputación.
Según un artículo publicado en el 2018 por la Organización Internacional de Investigaciones del Cerebro, de lo anterior salen dos posibles explicaciones al porqué hay un dolor o sensación fantasma. La primera relata que el área del cerebro que se encarga del miembro faltante es invadida por otras áreas vecinas que serían las que controlan al muñón, esta “invasión” o reorganización cortical provoca los dolores o cosquilleos.
La segunda explica que más bien el área encargada del miembro que ya no está se exalta cuando imaginariamente se tiene presente dicho miembro. Por ejemplo, una persona amputada transtibial imagina que mueve su miembro faltante y de esta manera activa más y más el área del cerebro y esto desencadena las sensaciones fantasmas (2).
Otra posible explicación es que luego de la amputación se forman conglomeraciones de nervios que se denominan neuromas, luego de la cirugía estos neuromas quedan cicatrizadas y se dice que activan la corteza del cerebro que a su vez activa el dolor y las sensaciones(3).
Una vez que se conocen algunas posibles explicaciones al dolor fantasma, se pueden entender mejor por qué se realizan ciertos tratamientos, como la famosa terapia del espejo. Durante la terapia de espejo se le pide al paciente que mire profundamente su cuerpo frente a un espejo, que reconozca su figura, que su cerebro comprenda la nueva configuración de sus miembros y que mediante este reconocimiento la corteza del cerebro pueda reacomodar la percepción y entender que esa parte del cuerpo ya no está donde una vez estuvo.
¡Así de potente es nuestro cerebro!
Consejos & Tips
Por medio de terapias como masajes, acupuntura y estimulación eléctrica de los nervios se han visto mejoras en los síntomas. Hay uno que otro remedio casero. Si tenes algún remedio que te haya funcionado, podes compartirlo en la sección de comentarios.
Lamentablemente, aún no existe un tratamiento capaz de desaparecer estas sensaciones por completo. Es importante que comentarle a tu médico sobre estas sensaciones para que puedan encontrar un tratamiento que logre disminuir estos efectos y te permita seguir tu rutina de la mejor manera.
Puede que tome algún tiempo para que el cerebro encuentre la forma de reordenarse y dibujar una nueva imagen de la forma en que funciona tu cuerpo de ahora en adelante, pero recordá que no estás sólo. En esta experiencia vos tenés el poder para pintarle a tu cerebro la mejor versión de ti mismo: la que no se rinde.
En Con Toda la Pata estamos para acompañarle.
Referencias:
Andoh, J., Milde, C., Tsao, J. W., & Flor, H. (2018). Cortical plasticity as a basis of phantom limb pain: Fact or fiction?. Neuroscience, 387, 85-91. Recuperado de: https://ac.els-cdn.com/S0306452217308096/1-s2.0-S0306452217308096-main.pdf?_tid=6300801d-bece-4e0c-b0e3-923f2198b045&acdnat=1551658455_f2cd438629e5f0a62b92fa8530854179
Treviño, M.; Salazar, S.; Escamilla, O.; Martínez, H.; Rivera, G. (2012) Síndrome del miembro fantasma, dolor real. Revista Médica MD. Recuperado de: http://www.medigraphic.com/pdfs/revmed/md-2012/md121h.pdf
Ramos, R. L. O., & Baryolo, C. A. (2005). Rehabilitación del amputado de miembro inferior. Medicina de Rehabilitación Cubana, 41.